
PERSONAJES
Agamemnon (Bajo)
Clytemnestre (Soprano)
Iphigenie (Soprano)
Achille (Contraltino)
Patrocle (Bajo)
Calchas (Bajo)
Arcas (Bajo)
Tres mujeres griegas (Soprano)
Una esclava de Lesbos (Soprano)
Soldados y pueblo griego, guerreros de Tesalia, mujeres de Argos, mujeres de Aulide, hombres, mujeres y esclavas de Lesbos, sacerdotisas de Diana.
ARGUMENTO
El argumento de la primera Ifigenia de Gluck, se extrae con algunas licencias de la obra de Racine.
Acto I
En la localidad marina de Aulide, en Beocia, la flota griega espera los vientos favorables que le permitirá navegar hasta Troya. La tranquilidad que reina en el ambiente es obra de la diosa Diana, a quien Agamenon ha jurado sacrificar a su hija Ifigenia en su nombre. Sin embargo, el soberano se encuentra angustiado (“Diane impitoyable” y “Peuvent-ils ordoner qu’un pere”) y pretende evitar la llegada de su hija -prometida del héroe Aquiles-, con el engaño de que el guerrero la ha olvidado por otra. Sin embargo, Ifigenia ha llegado al campo griego acompañada de su madre Clitemnestra, y con la (falsa) noticia de la infidelidad de Aquiles, se produce en ella una reacción tanto de dolor como de ira (“Helas, mon coeur sensible et tendre”). Aparece Aquiles, y será quien se encargue de disolver el equivoco, y el acto se cierra con un hermoso duetto de los dos enamorados (“Ne doutez jamais de ma flamme”).
Acto II
Las bodas están por celebrarse con coros y danzas, cuando el mensajero Arcante le revela a Ifigenia que junto al altar la espera su padre para inmolarla. La revelación provoca la cólera de Aquiles y Clitemnestra contra agamenon, quien perseguido por los remordimientos decide no respetar el juramento.
Acto III
La turba griega reclama a los gritos la victima prometida mientras Ifigenia pareciera asimilar su destino. Clitemnestra invoca para los griegos el castigo de Júpiter. En la orilla de la playa todo esta preparado para el sacrificio, pero Aquiles irrumpe en escena con sus propios soldados. En el tumulto general se eleva la voz del gran sacerdote Calcante que revela la voluntad divina: Diana, emocionada por la virtud de Ifigenia, por el amor materno de Clitemnestra, y por el valor de Aquiles, ha revocado la sentencia de muerte y consiente la boda.
(Una segunda versión del final, con la intervención directa de la diosa, fue aprobada por Gluck y Gand-Leblanc du Rollet en 1775, para dar mayor énfasis al final)
Agamemnon (Bajo)
Clytemnestre (Soprano)
Iphigenie (Soprano)
Achille (Contraltino)
Patrocle (Bajo)
Calchas (Bajo)
Arcas (Bajo)
Tres mujeres griegas (Soprano)
Una esclava de Lesbos (Soprano)
Soldados y pueblo griego, guerreros de Tesalia, mujeres de Argos, mujeres de Aulide, hombres, mujeres y esclavas de Lesbos, sacerdotisas de Diana.
ARGUMENTO
El argumento de la primera Ifigenia de Gluck, se extrae con algunas licencias de la obra de Racine.
Acto I
En la localidad marina de Aulide, en Beocia, la flota griega espera los vientos favorables que le permitirá navegar hasta Troya. La tranquilidad que reina en el ambiente es obra de la diosa Diana, a quien Agamenon ha jurado sacrificar a su hija Ifigenia en su nombre. Sin embargo, el soberano se encuentra angustiado (“Diane impitoyable” y “Peuvent-ils ordoner qu’un pere”) y pretende evitar la llegada de su hija -prometida del héroe Aquiles-, con el engaño de que el guerrero la ha olvidado por otra. Sin embargo, Ifigenia ha llegado al campo griego acompañada de su madre Clitemnestra, y con la (falsa) noticia de la infidelidad de Aquiles, se produce en ella una reacción tanto de dolor como de ira (“Helas, mon coeur sensible et tendre”). Aparece Aquiles, y será quien se encargue de disolver el equivoco, y el acto se cierra con un hermoso duetto de los dos enamorados (“Ne doutez jamais de ma flamme”).
Acto II
Las bodas están por celebrarse con coros y danzas, cuando el mensajero Arcante le revela a Ifigenia que junto al altar la espera su padre para inmolarla. La revelación provoca la cólera de Aquiles y Clitemnestra contra agamenon, quien perseguido por los remordimientos decide no respetar el juramento.
Acto III
La turba griega reclama a los gritos la victima prometida mientras Ifigenia pareciera asimilar su destino. Clitemnestra invoca para los griegos el castigo de Júpiter. En la orilla de la playa todo esta preparado para el sacrificio, pero Aquiles irrumpe en escena con sus propios soldados. En el tumulto general se eleva la voz del gran sacerdote Calcante que revela la voluntad divina: Diana, emocionada por la virtud de Ifigenia, por el amor materno de Clitemnestra, y por el valor de Aquiles, ha revocado la sentencia de muerte y consiente la boda.
(Una segunda versión del final, con la intervención directa de la diosa, fue aprobada por Gluck y Gand-Leblanc du Rollet en 1775, para dar mayor énfasis al final)